El golazo de Igartua
En aquellos tiempos no estaba mal visto, por lo que parece. El Athletic (todavía Atlético), tenía entrenador en el banquillo, Rafa Iriondo, y sin embargo ya estaba negociando con el siguiente. Los periódicos hablaban abiertamente de Ronnie Allen; el presidente, Félix Oraa, que apenas llevaba un mes en el cargo, tras la trágica muerte en accidente de coche de su predecesor Julio Egusquiza, aportaba todo lujo de detalles a los periodistas sobre las negociaciones con el inglés.
No podía afirmar que el asunto estaba cerrado porque meses antes, otro manager inglés, Tom Docherty, le había dado plantón al club rojiblanco después de haber aceptado hacerse cargo del equipo. Le llamaban Tom El Duro, y los periódicos bilbainos le cambiaron el apodo por El Maleducado.
El Athletic hizo aquel mes de enero de 1969 su primer viaje a Alemania para disputar un partido europeo. Todavía se lamentaban los jugadores rojiblancos de la derrota inmerecida en el Santiago Bernabéu frente al Real Madrid. De hecho, la expedición bilbaina partió hacia Alemania desde Barajas. "El mismo equipo que tuvo acorralado al Madrid, contra el Eintracht", rezaban los titulares de prensa. En San Mamés, en la ida, el Athletic ganó por la mínima, 1-0, así que la clasificación para cuartos de final de la Copa de Ferias corría peligro.
Los viajeros seguían teniendo en mente la agresión del madridista Velázquez a Javier Clemente, que poco antes había batido con una vaselina al portero canario Betancort. Velázquez, en las mismas narices del árbitro, Ruiz Alciturri, le estampó el balón en la cara a Clemente después de que el árbitro señalara una falta en su contra.
Enfadado, al final del partido, Félix Oraa se acercó al colegiado y le pidió explicaciones: "Qué le vamos a hacer, hay que bailar", replicó Alciturri. "Usted ya no va a bailar más con nosotros", contestó el presidente. En aquellos tiempos, los clubes podían recusar a los árbitros y pedir que no les pitaran más partidos.
En aquel Athletic jugaba ya de titular José Mari Igartua, que aún no había cumplido 18 años y era sólo seis días mayor que Clemente –uno del 6 y otro del 12 de marzo–. Ambos le daban descaro y juventud al ataque rojiblanco. Igartua y Clemente debutaron el mismo día en San Mamés frente al Elche, a las órdenes de Agustín Gainza, que sólo dirigió cuatro partidos más al Athletic hasta que fue destituido tras una derrota en San Mamés contra el Deportivo.
Igartua había sido pelotari en Elorrio, su localidad natal, y estuvo a punto de pasar a profesionales cuando se decidió a tomar en serio el fútbol y dejar su trabajo como ajustador en Mondragón. A las órdenes de José Luis Garay se fogueó en los juveniles del Athletic hasta que Gainza le reclutó para el primer equipo. Enseguida se hizo con el puesto.
Y aquel frío día de enero en Frankfurt, con cinco grados al comienzo y cero grados al final, Igartua resolvió la eliminatoria. Se esperaban 20.000 espectadores en el Waldstadion, pero el público alemán se retrajo por el alto precio de las entradas: entre 5 y 8 marcos (de 80 a 340 pesetas), no así los emigrantes españoles. Acudieron 4.000 a ver al Athletic, además de veinte bilbainos que viajaron exprofeso y otros dos seguidores del equipo rojiblanco que se desplazaron desde Puerto de Santa María.
Enseguida se puso el partido feo. En el minuto 5, Bellut entró por la derecha y después de un rebote, Lotz, fusiló a Iribar desde cerca para empatar la eliminatoria. Apenas un minuto más tarde, el Txopo voló a la escuadra para evitar el segundo tanto alemán, una parada magnífica que se puede ver en Youtube poniendo simplemente Eintracht-Athletic.
Sin embargo, apareció Igartua. Arieta fue objeto de falta al borde del área. Junto al balón se situó Txetxu Rojo, que pasó sobre él y entró al área por la izquierda; Zorriqueta tocó hacia su posición. El genial extremo zurdo centró, un defensa despejó y en el borde del área, José Mari Igartua empalmó sin dejar botar la pelota. Fue un obús. "El cañonazo del siglo del juvenil Igartua", explicaba al día siguiente La Gaceta del Norte. Los seguidores del Athletic lo pudieron ver dos días más tarde. TVE emitió el partido el viernes en diferido.
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