La conexión Middlesbrough
La posible cesión de Kike Sola al Boro que entrena Aitor Karanka y en el que juega Fernando Amorebieta, relanza la conexión con el club inglés del que salió el que, probablemente, fue el mejor fichaje del Athletic para su banquillo: Frederick Pentland, que consiguió dos Ligas y cinco Copas para el Athletic, algo que ningún técnico ha logrado.
Pentland fichó por el Middlesbrough al terminar su contrato con el Queens Park Rangers, pero según la complicada normativa del fútbol profesional, su nuevo equipo tuvo que resolver algunos asuntos legales sobre la propiedad de su ficha. El caso se trató en uno de las reuniones de los comités de la FA, tal como apuntaba el Manchester Courier en su edición del 30 de junio de 1908: "Se aprobó una pequeña reducción en la cantidad del traspaso de Fred Pentland desde el Blackburn Rovers, que tenía sus derechos federativos", apunta la reseña sobre la reunión del comité de dirección de la Football League.
No fue el único escollo legal en el que se metió Pentland en esos meses. Ya fichado por el Middlesbroug, el QPR, su anterior equipo, jugaba la repetición de la final de la Charity Shield, frente al Manchester United, el sábado 25 de agosto de 1908. Dos meses antes, cuando aún pertenecía al Rangers, se había jugado el primer choque que finalizó con empate a un gol.
Su nombre volvió a salir en las páginas del Manchester Courier, unos días antes de que se jugara el partido: "Fred Pentland, que ha dejado el Queens Park Rangers para fichar por el Middlesbrough, protagoniza un curioso caso. Deseaba que se le permitiera jugar el partido del próximo sábado contra el United ya que todavía sigue conectado al QPR, con el que jugó el primer partido. Los responsables decidieron negarle esa posibilidad".
Pentland no jugó finalmente la final de la Charity Shield, pero comenzó una de sus épocas más provechosas como futbolista, porque al margen de su participación con su nuevo equipo en la Liga, fue seleccionado en cinco ocasiones para jugar con Inglaterra, todo un honor para cualquier jugador. Con 25 años, Pentland sumó cinco caps.
Mientras jugaba en el Middlesbrough, Pentland vivió como huésped en la casa de un conductor de vehículos industriales en una factoría de acero de la ciudad, un apartamento de cuatro habitaciones en el número 3 de Lovaine Street. El propietario, Robert Albert Hopper, de 35 años, y su mujer, Rebecca, de 31, vivían con la hermana de ella, Emilie Mitchell, de 23, y alquilaban la habitación que tenían disponible al futbolista, que ya comenzaba a ser conocido en la ciudad. En el padrón municipal firmado por Hopper, figuraba Pentland como professional footballer. Su casa quedaba a apenas un kilómetro a pie de Ayresome Park, el estadio del Boro en el que Pentland jugó sus más destacadas temporadas como profesional.
Pentland contaba que su primer contacto con el fútbol español, y en concreto con el Athletic, se produjo en 1909, muchos años antes de firmara su primer contrato con el presidente rojiblanco, conde de Vilallonga, en el hotel Savoy de Londres. "Mi conocimiento del fútbol español data de entonces. Jugaba yo en el Middlesbrough, cuando una noche en un baile fui presentado a un español, quien inmediatamente me empezó a hablar de lo que era mi profesión. Esto no me causó ninguna sorpresa porque es norma que todos los extranjeros que viven en Inglaterra se interesen por el gran deporte inglés".
Pentland apuntaba en sus memorias que "lo que me sorprendió fue que me pintara la popularidad del fútbol en España. No teníamos entonces ni idea de cómo y cuánto se jugaba en el Continente. No se jugaban partidos entre los equipos ingleses y los del resto de Europa con la frecuencia de los años posteriores". Además se asombraba: "Fútbol en España. Sonaba a cosa extraordinaria e increíble. Yo tenía en mi juventud una idea especial de este país, colmada de los consabidos tópicos. El sol de España, las mujeres de pelo negrísimo y flores en el pelo, los hombres juncales montados en briosas jacas. Y naranjos… Naranjos plantados en mitad de las calles. Finalmente, el rasguear de las guitarras".
Eso es lo que pensaba Fred Pentland de España mientras hablaba con su interlocutor de fútbol español y de fútbol inglés. "Mi amigo era vasco. Bilbaino. A poco de hacer amistad con él me indicó que su equipo, el Athletic, debía jugar un partido de gran trascendencia, la final del Campeonato de España. Y que deseaba contratar a tres o cuatro jugadores profesionales, y a mí mismo, para que fuésemos a Bilbao a jugar ese partido".
Pentland no aceptó la oferta, pero recomendó a varios jugadores a su interlocutor, Teodoro Seebold. El Athletic ganó la Copa.
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